Realizado al óleo sobre lienzo por José de Ribera en 1639, dentro del barroco español.
En el cuadro, se pinta el momento en que están preparando la crucifixión del santo.
La composición gira en torno a dos diagonales; una está formada por el brazo y el cuerpo del santo y la otra está formada por las figuras que se ven a la derecha y la espalda del personaje que sujeta al santo por los pies, que contrastan con la verticalidad del palo de la cruz. Hay un oposición entre el esfuerzo que hace el grupo de personas de la izquierda para subir el cuerpo y el peso del cuerpo del santo, pesa hacia la tierra.
El cuadro se completa con unas figuras, a la derecha, que asisten al espectáculo comentando lo que está ocurriendo y otras que se encuentran a la izquierda, y que parecen ausentes. Entre estas figuras se encuentra una mujer con un niño en sus brazos, como un contrapunto de ternura a la crueldad del momento.
El fondo es un cielo luminoso azul. El tenebrismo continúa pero no en toda la obra, como se ve por ejemplo en el rostro del santo.
El modelado del cuerpo es de un gran realismo y hay naturalismo. Los cuerpos están deformados por el esfuerzo y la tensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario